Poemas...

TE QUIERO CLAUDIA

Cariñitos del alma van volando eternamente,
Ligeros abrazos se asientan en el cielo,
Alas blancas iluminan el presente y
Una sonrisa nos trae el recuerdo…
De todo lo que vuela en la inmensidad…
Imágenes pequeñas pero tan grandes…
Ahora y siempre descansan en paz.


(Para mi sobrina Claudia con todo mi amor, siempre cerca de mi corazón)

ANTESALA

Ya no recuerdo el susurro censurado,
el pupitre silencioso en donde encerré tu voz…

No recuerdo la fugacidad de las estrellas
ni las sombras reflejadas más allá del cristal.

El cuenco de cerezas está vacío
y busca ser morada de alguna mariposa…;

Para ser alas no necesitas ser pies.

II

Si pudieras vomitar las verdades del mundo
y no tanta mentira…
Sería entonces agua en tu arroyo…

Si pudieran hablar sólo tus ojos,
ciegos de realidades incoloras…
Sería entonces la luz de tu vida…

Pero soy fuego confuso
en la tarde del crepúsculo…
Rama seca que se contagia de tiempo…

Sólo el árbol que muestra su savia
perece en la tierra donde nada la lluvia…

Déjame

No me niegues el silencio,
sólo es soplo de mi alma.
No reclames ya mi cuerpo,
ya no existe, ya no es nada.

Déjame quieta, callada…

Tu recuerdo es un espejo
de miradas
donde las alondras se asoman
y sólo toman frío cuerpo
en sus alas.

Déjame triste, muda…

Mi nostalgia es un valle
de susurros
que el viento empuja
hacia el olvido
sin ningún éxito.

No pretendo tu fama
ni tampoco tu gloria.
Déjame atada a tus sueños;
mañana serán ventanas
donde la mar se muestre
agotada…
tras el vaivén de sus
trenzadas olas.

Déjame sola, abrazada…

No me niegues el silencio,
sólo es soplo de mi alma.

Déjame.

Somos

Somos el mismo ser bajo diferentes disfraces,
la misma ola bajo diferentes mares,
el mismo reflejo bajo diferentes espejos
y la misma huella bajo diferentes pies.

La palabra misma de tu voz… somos,
eclipsada en el espacio del Silencio.

Lágrima

La gota descendió de su rostro
rozando la pálida esencia de su velo,
sus almendros giraron el espejo
y la pupila decoloró lágrimas…

El instante penetró en triste llanto
y los ojos difuminaron el tiempo
con el color transparente
de un sollozo.

Sus labios tragaron las gotas
de dos astros que, desde arriba,
se hundían en ojeras…

Y el río se filtró
por los pasillos del espacio.

La lágrima cayó al vacío
y su gota se hizo árbol.

La Avenida sin Sol

Las calles están serenas…
dibujadas por árboles llorones
que se aplacan en la acera.

La gente deambula triste
entre sombras y miradas pérfidas.
La esquina se oscurece
bajo nubes que la engullen.
Y el reloj se estanca…
deteriora su ritmo
para volver a la hora
del encuentro.

Pero ya no son las siete…
y las horas no regresan…
No transitan las palabras
por el túnel del tiempo
ni enmudecen los latidos,
ni sueñan las letras ser escritas
por los rincones sin techo…
allá en un lago tibio
de bocas sonoras y lentas
donde reposar al silencio…

Ya no son las siete…
Los minutos murieron
tras los mutismos aéreos.
Nada se detiene… nada…
Nada…
Y ahora… en este mismo instante…
pasaron siete vientos a remover
los recuerdos.

Quiero ser pájaro
para verter el tiempo
sobre mis alas...

Quiero ser reloj
para tender mi aguja en las siete
y encontrarte
mirando el sol…
allá en nuestro lago…

Piano Roto

Te perdiste en el espacio intratonal
mutilando las teclas que acarician tu cuadratura…
Te opusiste a dictar melodías regulares
y rodeaste de tonalidades imperfectas tu signatura…

El viento balancea tu blanca y negra bandeja
de vibraciones…
Te atormentas entre el sonido perfecto
que el pasado retorna húmedo y nebuloso.

Y regresas siempre… al mismo lugar
donde te cuelas poderoso…,
resonando en la noche
como alas de luciérnaga triste,

Sin saber que es otra la madera…
que es otra la mano…
que son otros los dedos…
Que se hacen hueco entre tu cuerpo;

Fingiendo ser recuerdo.

Cercanía I (Ausencia)

Toco tu rostro
en el costado de mis sueños.
Eres esa piel casi muda
que devora las arterias
de mi cuerpo…

Toco tus labios
en el infinito de mis besos.
Eres esa luz casi tenue
que prende los silencios
de mi tiempo...

Luciérnagas

Las luciérnagas se alargan para alumbrar tu noche.
Se extienden minúsculas alas que, con giros torpes,
acaban atrapando a las sombras de tu cuerpo.

Las luciérnagas se esconden para dormir al sueño.
Se encogen diminutas formas que, con silencio vago,
terminan despertando al hada de tu lecho…

Las luciérnagas se enredan para conjurar tus deseos.
Se extienden, se encogen…,
concluyen abrazando tus anhelos en siete besos.

Lago VII

El tiempo es un espejo
de susurros lentos
donde el recuerdo se pinta
de sombras vagabundas…

El eco de tu alma se marchita
en mis días…

No hay llama más feroz
que la que se extiende
en tu voz
y se entierra en mi pecho.

Es el momento una jaula abierta
donde se escapa el tiempo...

Periferia

En siete flacas nubes, guardo hilos de colores,
vestidos con despojos de una luna prohibida.
Entre cuatro pilares tristes clavo dolores,
cosidos a la llaga eterna de mi herida.

En la sangre tu nombre, en la pena una rosa,
son las calles abismos y la tierra una duna.
Sólo mi alma volátil, aniquila la losa
que la encierra en la nada y amordaza a mi luna.

Puedo pedir susurros aún cuando ya no estés,
puedo pedir abrazos si algún día me ves,
puedo llorar de ira bajo algún cielo azul...

Las estrellas se alejan y con ellas yo vuelo,
mi mirada se apaga y refleja en tu suelo,
los recuerdos que yacen en extraño baúl.

Círculo VII

No hay caminos justos donde reposar la Esperanza...
Si tienes sed encuentras pan.
Si tienes hambre encuentras agua...

Pero ningún camino nos lleva a la Paz
sin antes haber llorado distancias.